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Segunda parte de la educación de la libertad en primaria de la escuela pública

 

 

 

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Algunas reflexiones sobre la relación entre mi trabajo y otros autores ya reconocidos, para explicar mi metodología, tan cuestionada por la dirección del Centro y por dos madres

 

 

Verano del 2006.

Encarna Garrido Montero

 

 

El aporte de la psicología evolutiva en la educación y el aprendizaje emocional conjuntamente con la educación en valores.

 

Es en esta edad , al final de los seis años y comienzos de los siete, cuando según Piaget, el niño/a comienza la “etapa concreta” que durará aproximadamene hasta los once años.

En esta etapa comienza a advertirse plenamente el logicismo de Piaget, ya que hay presencia de determinadas estructuras lógicas. Aparece el estadío de las operaciones concretas, aparición del pensamiento operacional, las reglas lógicas que permiten transformaciones mentales reversibles: la inversión y la compensación.

 

Es en esta edad pues, un momento idóneo para comenzar porque las mentes van a estar preparadas con la educación de algunos valores, que necesitan de ciertas operaciones mentales para poderse entender y desarrollar .

 

  • La educación del razonamiento, del diálogo, de la exposición de sus propios pensamientos, dudas, inquietudes, etc y en el aspecto social, el desarrollo de la EMPATÍA, porque para ponerse en el lugar del otro es necesario que la mente sea capaz de transformar lo reversible, la inversión y la compensación. El niño y la niña en esta edad son capaces de situarse como individuo/a que pertenece a un entorno afectivo social, observando la diferencia que supone lo individual y lo grupal.

 

El constructo teórico que Piaget emplea para representar las operaciones concretas es el de la agrupación, que puede definirse como un conjunto de elementos que están estructurados de acuerdo con cinco condiciones: composición, identidad, reversibilidad, asociatividad, tautología y reabsorción.

Por tanto la educación y el aprendizaje de la negociación y la discusión razonada puede ser enseñada en esta edad e irla asumiendo como una forma no violenta en la resolución de los conflictos, este aprendizaje constituye sin duda un planteamiento de enseñanza para la prevención de la violencia.

En mi aula se hace de forma constante, interviniendo y haciéndoles reflexionar cuando se da cualquier situación de violencia, razonando con ellos y ellas las situaciones de conflicto, resolviéndolas de forma no violenta, trabajando el pensamiento crítico, amable y empático hacia el otro/a. Y además de esta manera se amplía las condiciones que Piaget nombra como necesarias para un buen desarrollo matemático.

En mi enseñanza se establecen relaciones entre las distintas áreas, el desarrollo cognitivo y el desarrollo ético, así por ejemplo, dentro de las matemáticas realicé unos cuadernillos denominados “las matemáticas y la justicia” donde además de enseñar la agrupación, suma, sobre un texto que reflejaba el problema concreto que en ese momento tenían: reparto de los juguetes y elección de forma de repartir, se plasmaba también las otras operaciones: resta, multiplicación como suma de sumandos iguales e incluso una iniciación a la división (había que repartir entre un nº determinado) que muchos realizaron mentalmente sin ningún problema ( estos cuadernillos los realicé ya en el segundo trimestre de segundo) Como los textos de los cuadernos siempre los hago de forma expositiva, reflexiva e interrogativa, al mismo tiempo que están haciendo ejercicio matemático, están haciendo lenguaje, escribiendo las respuestas, comprendiendo lo que leen para poder responder de forma individual, aprendiendo vocabulario y ampliando la educación en los valores que están aprendiendo para su formación ética como personas y desarrollando sus capacidades mentales porque se plantean desde el razonamiento sobre lo concreto hacia lo abstracto.

 

 

Siguiendo a Piaget, en este periodo de las operaciones concretas existen dos tipos de agrupamiento: agrupamientos lógicos ( clases y relaciones) y agrupamientos infralógicos o aritméticos ( operaciones aritméticas, de medición y relaciones espaciales).

 

De ahí que en el currículo se contemple el aprendizaje de la suma, la resta y a multiplicación como suma al finalizar el ciclo.

 

Según el autor citado, que es el que más ha estudiado seriamente el conocimiento espacial, desde un punto de vista evolutivo, sobre los siete- ocho años el pensamiento operativo da lugar a representaciones gráficas que tienen en cuenta perspectivas, proporciones y distancias.

 

De ahí que mi educación para la libertad y el desarrollo integral de la persona tenga en cuenta la educación del movimiento en el espacio de clase como ya he explicado en el apartado “ Organización del espacio de la clase y la libertad del movimiento”.que contribuye no sólo a que aprendan a realizar planos de una y dos dimensiones, partiendo de su propio lugar de estudio, sino que además aprenden a respetarlo porque se pueden establecer con libertad en el mismo, organizarlo, mover las mesas, etc..crear lugares y rincones y esto les enriquece en su desarrollo psíquico, físico y en el ético y estético. Es una de las razones por la que estoy en contra de poner las mesas en fila y de no permitir a los niños y niñas levantarse del asiento cuando lo crean necesario.

Un paréntesis de historia y de recuerdos... que puede explicar mi trayectoria educativa y mi preparación en mi currículo.

 

Mi primer destino como maestra fue aún en época franquista en Motilla del Palancar- Cuenca-en 1974 y en esa época no resultaba fácil educar en la libertad desde la posición de funcionaria, tenías que emplear muchos trucos y estrategias para que a través de las áreas pudieras ir enviando mensajes y conatos de deseos de libertad, no sólo a tu alumnado sino a las familias y entornos sociales de éstos, en esa época se fue generando el tejido social educativo que más tarde desembocaría en los grupos de renovación pedagógica y los sindicatos de enseñantes, pero no eran bien vistos, gracias a que el trabajo altruista constituía uno de nuestros pilares y que trabajábamos incansablemente con educación de adultos por las tardes y después de la jornada escolar (de forma gratuita) preparando a los jóvenes para la obtención del certificado de estudios primarios y el graduado escolar, siguiendo a Freire en su filosofía y educación social. Gracias a este trabajo, se instalaba la utopía en el pensamiento y en mi sentimiento vital, como ideología personal y propia, me sentía socialmente comprometida con la solidaridad y la libertad que en otros lugares y en otras sociedades también constituían utopía y camino de vida político social y económica. Fue la época que creo que fui más féliz, en los principios de la visión utópica de la educación y la vida. Repetíamos continuamente la necesidad de la educación para conseguir un mundo más justo, me sentía feliz de creer que a través de la educación la sociedad iría evolucionando.

Después, el curso siguiente me marché al Sáhara, con veinte años y con la experiencia de haber vivido un año el inicio de mi utopía educativa y social, ah! y con el diagnóstico de la sociedad tradicional de Motilla: “guapa, desde su punto de vista machista y patriarcal, ya que cumplía con sus cánones de belleza femenina, fresca, vivía sóla, un poco hippy y revoltosilla, pero buena chica al fin y al cabo, ya que ellos pensaban que la vida me iría cambiando, aún es joven.....

 

En el Aaiun continúe con niños/as y con mujeres en horario extraescolar, el momento político que vivía el país, la muerte de Franco, la incertidumbre social y política que se vivía en la península , la duda sobre si el frente POLISARIO accedería al poder tras una negociación sobre el traspaso del régimen colonial al del estado independiente, todo esto constituyó un momento donde la escuela estaba llena de banderas polisarias, porque todos los dibujos libres que hacían los y las niñas era pintar su bandera, su casa y su territorio, se vivía con emoción el nuevo estado. Las maestras que estuvieron aprendiendo con nosotras en la escuela durante un tiempo estaban convencidas de que iban a ser ellas las siguientes maestras saharaüis, era cuestión de traspasar poderes entre el antiguo estado colonial y el nuevo estado independiente saharaui y así se veía y se vivía desde la utopía y desde lo que nos hicieron creer para engañarnos mejor. Ya sabemos cómo acabó esa historia, aún llevan esperando treinta y un año esa autodeterminación. Su tierra era rica y fue vendida, la última venta de territorios del dictador. Fue el primer desasosiego en mi utopía educativa y fue tan impactante que yo aún sigo también considerándome errante y huída, sin territorio ideológico vital que me sustente, transeúnte, en la diáspora de la esperanza. Quizás porque ahí sentí muy fuerte la tristeza del que se queda sin nada, sin territorio, sin promesas, sin deseos, siendo vendida su tierra y echados de ella quedando heridos/as en su derecho, sintiéndose engañados y condenados a la máxima crueldad de realidad, permanecer en huída permanente, buscar refugio. Curiosamente y ahora que miro hacia atrás yo también unos años más tarde y de otra manera y en otro contexto me quedé sin territorio Pero la tristeza que aprendí de sus miradas me ayudó a transcender en una utopía más lejana que no por lejana , inexistente, sino más resistente y de una forma más presente en los criterios de realidad y de utopía, pero esto sería otro capítulo, el de los sentisientos que he ido creando, inventando y reinventando en estos años, para defenderme de los sentimientos que llevan mentira, falsedad e hipocresía. Lo explicaré en el capítulo del teatro de títeres que realicé con el grupo de Lavapies “Bombín y Bombina en el país de las risas y la magia de los besos” que fue el resultado de la educación en valores y en la ética de ciudadanía universal, basada en mis reflexiones y utopías de hoy (y de ayer en otros tiempos).

 

Mientras todo iba ocurriendo, al mismo tiempo que cursaba tercero de psicología, desde la superdistancia ya que estaba matriculada aquí en la Complutense en Madrid, estaba dedicada de lleno a este trabajo social y educativo como maestra, en este tiempo y entorno, nació mi hija, quien supuso para mí otro nuevo horizonte bello y creativo, fue un restituyente para la tristeza que sentí de ese final de época del pueblo saharaui. Comencé a estudiar y a dedicarme a la educación en libertad para mi hija, yo no quería que ella tuviera el tipo de educación autoritaria que las gentes de mi edad tuvimos que soportar por los tiempos de la época franquista que repercutía sobre todo para las mujeres, en la lucha permanente de subsistir al machismo patriarcal y discriminatorio ( veánse las leyes franquistas cuando contemplaban la figura de la mujer). Nacer un ser igual y tener que alojar tus sentimientos en la base de que eres inferior, ha constituido para las mujeres de esa generación un duro golpe a nuestra dignidad e identidad. La sociedad aún no nos ha restituido de ese sufrimiento y de ese aguante resistente y reivindicativo que nos ha hecho derrochar demasiadas energías a cambio de muy poco.

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